MANOPLA muy apreciada en los países árabes, de donde es originaria, y en Europa tan sólo hace unos años que se introdujo en Francia y Bélgica. Una cara más suave para la piel del cuerpo y otra más áspera para el cuidado de nuestros pies. Al humedecer la manopla con agua notaremos que por las propiedades de la misma mengua un poco su tamaño. Lo fundamental para aprovechar todos sus beneficios, es tener los poros de la piel bien abiertos, por lo que se aconseja usarla cuando llevemos un buen rato bajo el agua caliente, en la ducha o en la bañera. Las propiedades de esta fantástica manopla son exfoliantes, eliminando todas las células muertas de nuestra piel a nivel profundo. Además con el masaje de esta manopla, activamos el sistema linfático y circulatorio de nuestro organismo, por lo que conseguiremos una piel bien oxigenada, limpia, radiante y de textura muy agradable. Otra ventaja es mitigar la sensación de piernas cansadas, debido a la oxigenación de la sangre y la eliminación de toxinas, dando un buen masaje con la cara más áspera de la manopla en nuestros pies, dejándolos suaves y relajados. Las manoplas tienen una larga duración, ya que se recomienda usar la cara suave de la manopla de 4 a 5 veces al mes, y la cara áspera, puede usarse cuantas veces se quiera en los pies.